De sobra sabemos el crecimiento de las uñas en nuestros
animales domésticos es continuo, solo que hay algunos que las desgastan con el
propio caminar y otros que no las desgastan por lo que se las tenemos que
cortar.
El corte de uñas es sencillo si te informas de la anatomía
de la uña de tu perro o gato, sigues unas cuantas pautas y consigues la
herramienta apropiada.
Lo primero la anatomía. Muy fácil también, sus uñas son como
las nuestras, solo que están alzadas y sobresalen desde la última falange de la
extremidad, tanto delantera como trasera. En su interior, están vascularizadas.
Esto quiere decir que si cortas un poco más de lo que deberías, muy
probablemente se queje y produzcas un sangrado. Sangrado que es muy fácil de
controlar simplemente con presión o con un pequeño vendaje compresivo durante
un rato.
No debes asustarte si es muy escandaloso, ten en cuenta que a la mayoría no les gusta que
les toquemos las uñas y se ponen nerviosos, por lo que si hay un sangrado y
nervios la cosa se magnifica. La broma fácil que yo os cuento siempre que me preguntáis
es que a mí todavía no se me ha desangrado ningún perro en consulta por una uña
(tocaremos madera...)
Aquí os surge una diferencia importante, que es el color de
la uña. Si es blanca o en general clara podrás ver hasta dónde llega el dichoso
vaso y así evitarás cortarlo. Pero si es oscura lo único que puedes hacer es no
apurar demasiado. Lo más importante es que lo hagas con tranquilidad y con
seguridad. Aunque tu amigo esté nervioso y te lo esté contagiando. No pasa
nada. Sujeta firmemente se pata, retira el pelo si es que lo necesitas y
limítate a cortar.
La herramienta apropiada para este procedimiento es un cortaúñas
específico para perro o gato, y lo podrás encontrar en cualquier tienda
especializada de animales. Dentro de ellos, los hay de diferente tamaño. Para
mi gusto, cuanto más pequeño sea mejor porque a ti te resultará más cómodo. Esto
no lo puedes aplicar si tienes un perro de 40 kilos, claro, ahí te toca coger
uno lo bastante grande como para que cubra todo el diámetro de su uña.
Pues si ya estás preparad@, tienes el cortaúñas y la
mascota, adelante. Suerte y verás que con la práctica os iréis acostumbrando,
tanto tu como él o ella.
Y si tienes algún problema no dudes en acudir a tu
veterinario y pedirle que las corte delante de ti o, que directamente te
enseñe.
Cristina Blanco, veterinario clínica BluPet |