Las cojeras pueden tener origen traumatológico o no.
En las cojeras de origen traumatológico el problema puede ser por los músculos o tendones, por las articulaciones o por los huesos. Por ejemplo, una fractura, una luxación, una tendinitis o una contractura...
Las cojeras no traumatológicas pueden ser consecuencia de enfermedades neurológicas, metabólicas, parasitarias... Son algo más complicadas, y hay veces que más que cojera en si lo que notamos es que camina de forma extraña. Por ejemplo, cojera por Leishmania, por un síndrome de cauda equina, un hipotiroidismo...
El tratamiento o la solución al problema depende del tipo de cojera, su localización, su grado... Varía desde la medicación (anti inflamatorios, condroprotectores, analgésicos...), el reposo, la rehabilitación, la cirugía... Es muy importante el control de peso en los animales con problemas de cojeras, debemos mantenerlos en su línea o incluso un poco por debajo de su peso ideal.
En todos los casos, e igual que nos pasa a las personas, la fisioterapia va a ayudar a la recuperación de la movilidad normal de la/las extremidad/es afectada/s. Hay muchos ejercicios sencillos que podéis hacer los propietarios en casa, y además vuestra colaboración va a ser esencial porque si no seguís las pautas que os pasemos, puede no funcionar o ir mas lento de lo que debería, y entonces os desanimáis, pensáis que no va a ir bien... Pero si trabarais en casa, los resultados son espectaculares.
Si tienes algún problema de cojera con tu mascota, acude a un fisioterapeuta especializado, siempre veterinario. Este matiz es muy importante, lejos ya del tema del intrusismo profesional, ya que los fisioterapeutas de personas no conocen ni la anatomía ni la biomecánica ni tantos otros parámetros esenciales en la rehabilitación de nuestros animales domésticos. Y como dice el refrán: zapatero a tus zapatos.
Cristina Blanco
Veterinario
Clínica BluPet
